Vuelven los Jefes
Alberto Zapater y Gabriel Milito, dos ganadores natos y parte integrante de la columna vertebral del Real Zaragoza, vuelven mañana a la alineación para intentar romper contra el Deportivo la sensación de frenazo de los últimos partidos. En tres temporadas el Zaragoza sólo ha jugado dos veces sin ellos, una el año pasado y otra el pasado domingo frente al Recreativo.
Gabi Milito es un fijo sin discusión. Zapater ha caído más veces en la suplencia y Muñoz lo reservaba el año de su aparición con cierta frecuencia. Sólo dos veces han faltado los dos al mismo tiempo. El 19 de marzo de 2006, Víctor los guardó a los dos en Málaga (0-1), para tres días después en el Bernabéu: jugaron Toledo y Capi atrás, Celades y Generelo en el medio. El 9 de abril, tres días antes de la final con el Espanyol, Víctor no convocó a Zapater y dejó de suplente a Gabi, pero el argentino acabó saltando al campo en el 69'.
Así que el regreso conjunto supone una rareza, acentuada por su papel en el equipo. La imagen de Milito y Zapater corriendo hombro con hombro y analizando el partido en largas conversaciones es habitual en los entrenamientos de los lunes. Y revela hasta qué punto estos dos futbolistas mantienen una comunicación estrecha. Otros futbolistas lo viven de forma más interiorizada o su terapia consiste en olvidar. Ellos no. Ellos son como la conciencia del equipo: le dan la vuelta a cada detalle, juntos, como si jugaran el partido otra vez.
Carlos Diogo ya fue requerido ayer por algún medio de comunicación para hablar de su inminente regreso, muy esperado tras la sanción de cinco partidos que le costó la pelea con Luis Fabiano contra el Sevilla. Aquélla fue la única victoria del Zaragoza en la Liga de los tres partidos que ha jugado este año y, aunque entre Gerard Piqué y Chus Herrero han cubierto el puesto con decoro, el empuje del uruguayo por la banda derecha se echa de menos porque había sido uno de los puntales básicos en el rendimiento del Zaragoza hasta entonces. Sus tres goles, además, lo señalaban como uno de los futbolistas más destacados de la temporada. Diogo va a cumplir mañana domingo su último partido y estará en disposición de ser alineado el miércoles que viene en el partido de ida de octavos de final de la Copa frente al Barcelona. Un partido grande para otro de los jefes.
Gabi Milito es un fijo sin discusión. Zapater ha caído más veces en la suplencia y Muñoz lo reservaba el año de su aparición con cierta frecuencia. Sólo dos veces han faltado los dos al mismo tiempo. El 19 de marzo de 2006, Víctor los guardó a los dos en Málaga (0-1), para tres días después en el Bernabéu: jugaron Toledo y Capi atrás, Celades y Generelo en el medio. El 9 de abril, tres días antes de la final con el Espanyol, Víctor no convocó a Zapater y dejó de suplente a Gabi, pero el argentino acabó saltando al campo en el 69'.
Así que el regreso conjunto supone una rareza, acentuada por su papel en el equipo. La imagen de Milito y Zapater corriendo hombro con hombro y analizando el partido en largas conversaciones es habitual en los entrenamientos de los lunes. Y revela hasta qué punto estos dos futbolistas mantienen una comunicación estrecha. Otros futbolistas lo viven de forma más interiorizada o su terapia consiste en olvidar. Ellos no. Ellos son como la conciencia del equipo: le dan la vuelta a cada detalle, juntos, como si jugaran el partido otra vez.
Carlos Diogo ya fue requerido ayer por algún medio de comunicación para hablar de su inminente regreso, muy esperado tras la sanción de cinco partidos que le costó la pelea con Luis Fabiano contra el Sevilla. Aquélla fue la única victoria del Zaragoza en la Liga de los tres partidos que ha jugado este año y, aunque entre Gerard Piqué y Chus Herrero han cubierto el puesto con decoro, el empuje del uruguayo por la banda derecha se echa de menos porque había sido uno de los puntales básicos en el rendimiento del Zaragoza hasta entonces. Sus tres goles, además, lo señalaban como uno de los futbolistas más destacados de la temporada. Diogo va a cumplir mañana domingo su último partido y estará en disposición de ser alineado el miércoles que viene en el partido de ida de octavos de final de la Copa frente al Barcelona. Un partido grande para otro de los jefes.
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