Esos bellos 75 años del Real Zaragoza
by: Alfredo Relaño (Diarío AS)
No son los cien años que ya cumplieron otros, pero el Real Zaragoza vivirá mañana con orgullo sus 75 primeros años de vida. Vendrán muchos más, seguro. Pero de momento está saludable, viviendo uno de esos periodos, frecuentes en su historia, en los que disfruta y hace disfrutar del fútbol. Mañana recibirá a un clásico, el Atlético de Madrid, con el que ha mantenido lejanos pleitos, que ahora se ven con una luz atenuada y bella. Contra el Atlético jugaron Los Magníficos dos finales de Copa consecutivas, una ganada, otra perdida. Contra el Atlético se produjo aquella sanción a Cortizo.
Era un gran Zaragoza, cuya delantera coronaban Los Magníficos: Canario, Santos (antes Duca), Marcelino, Villa y Lapetra. Dos de ellos, Marcelino y Lapetra, ganaron en dos semanas la Copa de España, la Eurocopa de Selecciones (ante la URSS, con el gol de Marcelino) y la Copa de Ferias. Jugaba bien aquel equipo, administrado por la pausa de Lapetra, con el regate pinturero de Villa, el entusiasmo de Reija, la seguridad atrás de Yarza y Santamaría... A Cortizo le mataron con veinticuatro partidos por producirle una lesión grave a Collar. Una sanción sin precedentes ni consecuentes. Ese equipo dejó un estilo.
Cada pocos años el Zaragoza ha vuelto a lucir aquel estilo elegante, técnico y pinturero, con ese cierto aire irregular propio de los artistas. Hablo de ‘los zaraguayos’, hablo del equipo de Señor, Barbas, Valdano y Amarilla, hablo del primer Zaragoza de Víctor Fernández, el de la Recopa con el gol mágico de Nayim, hablo de los hombres del ‘galacticidio’ de Montjuïc, hablo de este segundo periodo de Víctor Fernández, que se promete fructífero. Hablo del Real Zaragoza, para muchos uno más, pero que, mirado con atención, nos ha dejado muchos ejemplos. Y todos buenos.
No son los cien años que ya cumplieron otros, pero el Real Zaragoza vivirá mañana con orgullo sus 75 primeros años de vida. Vendrán muchos más, seguro. Pero de momento está saludable, viviendo uno de esos periodos, frecuentes en su historia, en los que disfruta y hace disfrutar del fútbol. Mañana recibirá a un clásico, el Atlético de Madrid, con el que ha mantenido lejanos pleitos, que ahora se ven con una luz atenuada y bella. Contra el Atlético jugaron Los Magníficos dos finales de Copa consecutivas, una ganada, otra perdida. Contra el Atlético se produjo aquella sanción a Cortizo.
Era un gran Zaragoza, cuya delantera coronaban Los Magníficos: Canario, Santos (antes Duca), Marcelino, Villa y Lapetra. Dos de ellos, Marcelino y Lapetra, ganaron en dos semanas la Copa de España, la Eurocopa de Selecciones (ante la URSS, con el gol de Marcelino) y la Copa de Ferias. Jugaba bien aquel equipo, administrado por la pausa de Lapetra, con el regate pinturero de Villa, el entusiasmo de Reija, la seguridad atrás de Yarza y Santamaría... A Cortizo le mataron con veinticuatro partidos por producirle una lesión grave a Collar. Una sanción sin precedentes ni consecuentes. Ese equipo dejó un estilo.Cada pocos años el Zaragoza ha vuelto a lucir aquel estilo elegante, técnico y pinturero, con ese cierto aire irregular propio de los artistas. Hablo de ‘los zaraguayos’, hablo del equipo de Señor, Barbas, Valdano y Amarilla, hablo del primer Zaragoza de Víctor Fernández, el de la Recopa con el gol mágico de Nayim, hablo de los hombres del ‘galacticidio’ de Montjuïc, hablo de este segundo periodo de Víctor Fernández, que se promete fructífero. Hablo del Real Zaragoza, para muchos uno más, pero que, mirado con atención, nos ha dejado muchos ejemplos. Y todos buenos.
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